¿A cuántas de
vosotras os han pedido matrimonio en un estadio de baloncesto o de fútbol con todo
el mundo expectante a que digas "Sí quiero"? ¿Y a cuántas os han escrito
en el cielo un "Te quiero"? Y seguro que muchos habéis visto ya aquella
preciosa petición de matrimonio a una animadora de los Chicago Bulls en Estados
Unidos.
Cuánto daño han hecho
las películas de Disney y muchas pelis románticas como El Diario de Noa, Querido
John, series como Sexo en
Nueva York, pasando por canciones de Bruno Mars o James Blunt y todo ello
por no hablar de libros como 50 Sombras
de Grey o Tengo ganas de ti.
¿Seguimos creyendo en
el mundo de las Princesas Disney? ¿Y pensando que ese príncipe azul existe y
que vendrá a llamar a la puerta de nuestras casas en un Rolls Royce? ¿Existe la
remota posibilidad de que vayas por el pasillo de la universidad o del trabajo,
se te caigan los apuntes y que al agacharte a cogerlos te choques con….él? o
mejor aún ¿Crees en un amor con ese chico de barrio, tipo duro y malo que no te traerá
problemas?
Si aún crees que en
todo lo anterior, probablemente sufras el llamado Síndrome de Cenicienta. Esa convicción de que algún día llegará ese
príncipe azul que nos salvará de las penurias de este mundo y que hará de
nuestras vidas un cuento de hadas iluminando el camino de nuestra existencia y
llenándolo de flores y mariposas.
Probablemente ahora muchas
de vosotras estéis pensando, pues a mí me llenó la habitación de velas y rosas,
me llevó a cenar bajo la luz de las estrellas, me llevó de viaje sorpresa a
París y un largo etcétera. Pues chicas consideraos afortunadas porque sois la
envidia de las que aún padecen el Síndrome
de Cenicienta y porque esas cosas solo le pasan a 2 de cada 10
chicas.
Queridas amigas, el
hombre perfecto tal cual ¡NO EXISTE!
De hecho, nadie es perfecto, todas estas películas, libros, canciones
declaraciones de amor públicas y las películas de Disney, sí, sobre todo las películas de Disney no han hecho más que
hacer mella en muchas chicas desde su tierna infancia. Han conseguido que creamos
en un ideal, un personaje que se
corresponde con el príncipe azul de los cuentos de hadas, y peor aún, han logrado
que muchas teman no encontrarlo y sueñen y centren sus vidas en dar con uno de
ellos. San Valentín, otro engaño ¿El
día de los enamorados? O ¿El día del consumismo? San Valentín debería ser todos
y cada uno de los días que pasamos al lado de las personas que amamos, porque
los regalos y sorpresas realmente asombran cuando uno no los espera.
Pero un momento ¿Qué
buscamos? El hombre perfecto o el amor
cuasi perfecto. Lo que buscamos de una persona es lo que realmente ha de
valer para nosotras, dicho de otro modo, hemos de centrarnos en buscar en las
personas las características y cualidades de lo que verdaderamente nos hace felices.
Los cuentos de hadas son solo eso, cuentos, historias de fantasías irreales,
cosas que solo pasan en películas, libros y canciones románticas. Nosotras
somos reales y así ha de ser nuestra historia y nuestro amor, real.
Abordemos también lo
complejo del término Príncipe Azul, caballero, galán o como lo queráis llamar. ¿Qué
entienden la mayoría de las mujeres por un príncipe azul y cuáles son sus
características? Aquel que te abre la
puerta del coche para que entres, te regala 14 rosas en San Valentín, te lleva
a cenar a restaurantes lujosos, te viene a buscar a casa, no te deja pagar
cenas y/o bebidas, te lleva a hoteles de 5* y llena la habitación de pétalos de
rosas desde la puerta hasta el jacuzzi, o te cede el paso siempre y en todo
lugar. Si nos paramos a pensar aquí solo hay implicadas cosas tangibles,
materiales, dinero y un par de actos algo anticuados. ¿Es este nuestro modelo
de Príncipe Azul?
En realidad, nuestro
príncipe azul debe dejarlo todo cuando lo estés pasando mal, apoyarte en tus
decisiones, hacer que seas mejor persona, serte fiel y sincero y decirte la
verdad aunque no sea lo que quieras oír. Es aquél con quien eres tú misma. No
debe darte la razón constantemente pero si debe sacarte una sonrisa en tus peores
momentos, no debe ser el culpable de tus males pero sí de cada arruga de
felicidad, no ha de sacarte defectos, sino lo mejor de ti, no tiene que hacer lo
que tú esperas, sino ser él mismo, no tiene por qué llevarte a ver una lluvia
estrellas, pero si hacer que las veas cuando tu vida sea una tormenta, y
tampoco tiene por qué acordarse de los días especiales, solo del día en que se
enamoró de ti.
Recuerda, no busques
el amor perfecto, porque la perfección no existe, busca solo una cosa, ser
feliz.
Playa del Carmen, México |
Xoxo,
Jennylicious
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