El poder de una sonrisa

Cuántas veces hemos ido a comprar algo, hemos pagado y nos hemos marchado, sin más.
Cuántas veces hemos pedido la hora, un boli, cambio, fuego, o una dirección y hemos dado las gracias, sin más.
Cuántas veces hemos mantenido una conversación con alguien y al terminar nos hemos marchado, sin más.

¿Cuantas cosas hemos podido hacer con una sonrisa dibujada en la cara y no lo hemos hecho? ¿Cuántas oportunidades hemos tenido de alegrarle el día a alguien, de darle esperanzas o de cambiar su percepción de las cosas, con una simple sonrisa? ¿Cuántas veces habremos podido transmitir felicidad?

Porque ¿Qué habría cambiado si hubiéramos comprado o pedido aquello con una sonrisa en la cara? ¿Y si la hubiéramos mantenido durante toda aquella conversación? La verdad, eso es algo que difícilmente podremos llegar a saber, pero de lo que no cabe duda, es que las consecuencias iban a ser siempre positivas.  

No siempre tenemos la oportunidad de decirle a alguien el aprecio que sentimos hacia él o ella, pero sí podemos transmitirlo cuando con la mirada fija en sus pupilas, estamos sonriendo.

Porque sonreír no cuesta nada, porque es gratis, porque aunque no nos estemos dando cuenta, podemos estar contribuyendo al bienestar de los que nos rodean y de quien menos pensamos. Porque las palabras que salen de nuestros labios se pueden interpretar de manera distinta cuando las decimos con una sonrisa en la cara, siempre y cuando esta sonrisa sea sincera. Por esto y porque podemos conseguir muchas más cosas sonriendo que sin sonreír, deberíamos acostumbrarnos a vivir constantemente con esa hermosa curva en los labios.  
Es posible.


Sonrisas


Porque la mejor retórica, va siempre acompañada de una sonrisa.  Porque una sonrisa en la cara, dice mucho de nosotros, de nuestra personalidad y de cómo vivimos el día a día.  

Dicen que el rostro es el espejo del alma, por eso sonreír, se convierte en la mejor de las  estampas para hablar de nuestro interior, de nuestra forma de ser, de nuestra vida.  

Es posible que las circunstancias que nos rodean, dificulten esta tarea, pero por nosotros mismos, y como he mencionado antes, por las personas que están a nuestro lado, por el aura que nos rodea, y por la energía que transmitimos, merece la pena hacer un esfuerzo. Porque somos conscientes de lo único que no podremos evitar en esta vida y porque sabemos que pese a ello nada es imposible.

Que mejor consejo que a partir de ahora, compremos, hablemos, pidamos, bailemos, cantemos, cocinemos y vivamos siempre sonriendo. Porque si no sonreímos ahora ¿Cuándo lo vamos a hacer? Si no es en esta vida, en este camino ¿En cuál va a ser?  

Porque no vivimos el ayer, ni el mañana, vivimos el hoy, y es hoy cuando hay que sonreír. 

Hagamos que cada día valga la pena. Hagamos de cada día, el mejor día de nuestra vida.

Feliz día!

Xoxo, 

Jennylicious  

 

   

2 comentarios:

  1. Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe; sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo pero su recuerdo, a veces, nunca se borra.

    ResponderEliminar
  2. No solemos ser muy consientes del "poder" de una sonrisa...y la verdad es que a veces, lo cambia todo!

    ResponderEliminar